Fue el día.

Este fue el día en el que por primera vez la máquina para cargar la tarjeta del pasaje, me recibió un billete viejo y roto como los que me toca recibir a diario; fue el día en el que mientras llovía, vi pasar frente a mi ventana del bus, una mujer entre los 25 y 30 años lentamente mientras se mojaba, con la tristeza en su rostro y una planta entre sus manos; fue el día en el que recibí la llamada que esperaba y en el que recordé quién soy.

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